viernes, 6 de julio de 2018

capítulo 5

Un pequeño viaje.

al llegar la mañana noté el sol dándome de lleno en el rostro, Sebastián seguía dormido y yo, bueno necesitaba un baño, ya que era el amanecer  tome la aljaba con las flechas y el arco en seguida me dirigí al río, bebí un poco de aquella agua cristalina la cual estaba extrañamente tibia por lo que decidí quitarme la playera dejando la aljaba y el arco en una pequeña roca que esta en el borde, me quité el pantalón tomé mi playera y lavé ambas prendas para que se vean mejor, a decir verdad jamas me ha gustado la idea de tener una mala presentación; al terminar, me sumejí, mientras siento como la corriente me jala, una pequeña corriente que rosa mi cuerpo, es tan relajante, sonrio y pienso que estoy sostenido por una roca que sobresale de la orilla pero el río tiene como mínimo 4 metros de profundidad, y la corriente en el centro de este es muchísimo más fuerte la cual te arrastraría bruscamente.
 al terminar de bañarme salgo del río, me pongo mi ropa y me coloco la aljaba en la espalda, supongo que puedo cazar algo para comer.
Adentrándome en el bosque miro algunos insectos, un par de arañas, algunas ardillas y el crujido de las ramas tras pisarlas, siento como piso una superficie mojada, tras observar veo una huella; mientras sigo las el rastro de lo que parece ser un conejo, camino por un rato, aunque un poco decepcionado por no saber rastrear para cazar, sin embargo, supongo que puedo pedirle a Sebastián que me enseñe.
Algo triste me dispongo a regresar, recojo un par de manzanas que veo de un árbol, cuando estoy a punto de salir del bosque escucho como algo sale aleteando de los árboles, en un reflejo rápido saco una flecha de la aljaba, tenso el arco y veo que son un par de patos,  disparo la flecha y veo una sombra caer; me alegre de al menos no ser tan decepcionante, me dirijo hacia aquel ave que logre derribar y al llegar veo que son ambas aves atravesadas en el cuello por la flecha que disparé, los levante a la par que sonrió.
“Supongo no soy tan inútil después de todo” me digo a mi mismos a la par que pienso en que tenemos mas comida de la que podremos comer, supongo que podríamos guardar algo para el camino.
- precisión - escucho que alguien lo dice detrás de mí.
Saco otra flecha y tenso el arco mientras me giro.
- wow¡ tienes que aprender a reconocer mi voz- dice Sebastián mientras ríe ligeramente.
- tienes que dejar de asustarme por la espalda - respondí.
Le mostré los patos que había derribado y me dijo que ya había leña donde habíamos dormido, mientras caminábamos note que él tenía el cabello mojado, supongo también se dio un baño en aquel río.
- ¿precisión? -
- ¿de qué hablas? -
- cuando derribé los patos lo dijiste- respondí algo curioso.
- ah eso, si tu distorsión es precisión, por cierto, bonitos ojos-  me lo dice en un tono burlón.
- hmm ¿mis ojos? - pregunto sonriendo.
- sí, cuando activas tu distorsión cierta parte de tu cuerpo se modifica o cambia dependiendo de la persona en cada persona es diferente, por ejemplo -
Sebastián se para enfrente de mi y se concentra para activar su distorsión, veo como la postura de sus pies cambia, estos se ponen en una dirección en concreto y pareciera como si estuviera parado únicamente con las puntas de los dedos  del pie al, alzar la mirada noto que está concentrado, escucho el aleteo de otra ave, así que volteo, y al regresar la mirada noto como Sebastián no está, escucho si risa de tras de mí, pero al voltear, no hay nadie, siento que me toca el hombro, volteo con brusquedad mirándolo algo asustado,  me dice que lo observe al moverse y que le tome suma atención, me quedo en shock, veo como corre, pareciera como si apenas tocara el suelo observo, como salta incluso sube a un árbol con suma facilidad y al saltar de una altura de aproximadamente 3 metros cae si hacer ruido alguno.
Me sonríe y noto como su postura regresa a la de antes.
- si, cada persona manifiesta su distorsión de diferente forma, y tu amigo mío al activarla tus ojos cambian a un tono purpura, no es raro conocí a una chica con esa distorsión, pero ella ponía una postura la cual siempre se me hizo graciosa, a la par que parecía como  las uñas de sus pies cambiaban a un tono azulado - lo dijo mientras empezamos a caminar.
-no sabía eso, sin embargo, no la se controlar, solo es como un impulso-
- no lo veas así, supongamos que es como un apagador, trata de encenderlo a voluntad, así podrás dominarla y llegar a tu 100% - responde mientras se mira el cabello por encima de la frente.
 Llegamos y preparamos todo, mientas dejamos que aquella ave se cocine, Sebastián mete la otra en su mochila; ni siquiera es medio día y el calor que se percibe es asombroso.
Al acabar de comer Sebastián me dice que ya es hora de partir.
 cargamos aquel tronco juntos, y lo colocamos al lado del río.
-oye la corriente es demasiado fuerte - le digo mientras veo como el se mete en aquel tronco.
- empieza a vivir, ya no vives en una cárcel, tu decide - me lo dice mientras me observa para convencerme, ese pequeño tono de confianza característico de el se percibe, mientras entre dientes sonríe.
Al subirme siento como da un jalón al tronco para llegar al centro del río, al principio íbamos lento, pero tomamos demasiada velocidad; Sebastián ríe mientras alza las manos y en ciertas zonas aparta ramas o hierva. llevamos bastante tiempo descendiendo, noto como el río desemboca a una  gran laguna al pie de la montaña, pienso en que por fin podremos descansar de esta aterradora experiencia, sin embargo el tronco choca contra una roca del río, Sebastián me toma de los talones y me dice que lo también lo sostenga, chocamos repetidas veces hasta que el ronco quedo atascado y nosotros salimos proyectados, cierro los ojos y siento como el agua nos sumerge, el golpe es tan duro que siento como aquel chico y yo nos separamos en el agua, al reaccionar trato de subir a la superficie, al salir el estaba buscándome, fue un alivio el verlo, nadamos hasta la orilla del lago, exhausto me tiro sobre la tierra, me empiezo a reír  y mientras aquel muchacho también.
- A la próxima me toca ir adelante - le digo entre risas.
Descansamos un rato, tras pasar el medio día Sebastián me dijo que había un sendero que rodeaba la montaña y era seguro, entonces al tomar la aljaba me doy cuenta que solo hay una flecha supongo se cayeron las otras cuando impactamos, aunque no creo que sea un problema, siempre podemos defendernos de otras formas. Caminamos por aquel sendero, un camino de tierra el cual esta extrañamente plano; la vegetación es impresionante, la brisa nuevamente me acaricia, tras un par de horas de caminar mi garganta esta seca, lo menciono en un tono agrio, así que Sebastián abre su mochila, al mirar el interior vemos un festín de frutas estrelladas y plumas del ave también aquella cantinflora que portaba nuestra agua esta rota,el muchacho, saca el encendedor y tira lo demás en las raíces de un árbol cerca, después tira la mochila a un lado, supongo ya no la necesitaremos y no creo que valga la pena llevar peso muerto.
- bajar por el río nos ahorro bastante del camino, si seguimos por aquí el atardecer llegaremos a la ciudad de sombras- me lo dice aquel chico en un tono entusiasta con un tono de tranquilidad como aquella persona que ya sabe lo cerca que esta de llegar a su destino
- si esta bien, puedo resistir, pero ¿ciudad de sombras? - pregunte extrañado.
- si así le denominamos a la ciudad por que las montañas del rededor la cubren haciéndola básicamente invisible, por supuesto no somos los únicos hay algunas ciudades más, pero cada una esta muy separada de las demás, mantenemos comunicación y buenas relaciones, al final las diferencias acabaron con el mundo-
- ¿así le llaman todos o solamente tú?- lo pregunto en un tono burlón, sarcástico e incluso un tono agrio.
- bueno al menos intento popularizar el nombre- lo dice con una pequeña risilla, agachando la cabeza y frotándose con la palma la parte trasera de esta. 
Tras caminar noto como cae el sol por detrás de mí, se ve el punto mas alto del camino, Sebastián corre entusiasmado, al llegar a la cima el me grita que me apresure a ver eso, mientras corro algo extrañado noto como la luz del sol a nuestras espaldas da un toque único a las estructuras que parecen estar echas de materiales que descomponen la luz en sus adentros dando la típica tonalidad de arco iris …
simplemente, me he quedado sin palabras.

4 comentarios:

  1. Nuevamente me meti en su mundo...imagine cosas :3 pero amo la parte cuando supe su distorción... no se es algo wow! Me encanto! Me fascina tu trabajo!!! :3

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  2. muchas gracias espero y sigas apoyandome un cordial saludo.

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  3. Wow, la forma en la que escribes es demasiado buena, y hace que te imagines cada una de las cosas que pasan, el libro es adictivo :3.

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    1. muchas gracias! espero te siga gustando mi obra, te mando un abrazo enorme y no olvides compartir con todos!

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