La familia crece.
-¡Detrás de ti!- Sebastián siente un fuerte golpe en su espalda,
pero al voltear no hay nadie.
-Muy lento…- La misma voz se escucha nuevamente a sus espaldas, Sebastián
intenta voltear, pero antes de hacerlo nota como una daga está en su cuello.
“Fin de la prueba, estado… FRACASO…” Una voz computarizada se escucha en la
habitación.
-Vamos Sebastián solo concéntrate, ¿sí? -
-Quiero, pero…-
-Lo sé no es fácil, han pasado 4 días, quedan 3 ¿cierto?
En otra parte Thaniel intenta cazar un conejo. Corre tras él, en un punto se detiene,
intenta predecir la dirección del conejo, activa su distorsión y sin pensarlo
dispara una flecha, a los pocos segundos nota como impacta en el suelo, el
chico agacha la cabeza mientras suelta un suspiro.
-Patético…
-Esa voz…- Thaniel asustado voltea precipitadamente a ver a todos
lados, mientras guarda su arco trata de recordar de quien era esa voz.
-Aún te falta mucho por aprender…- Thaniel voltea rápidamente y
asustado responde.
-T…tu, nos salvaste aquella vez sin ti no hubiéramos salido,
además… salvaste a Liran… y-
-Veo qué si me recuerdas, volviendo a tu casería… No es solo cazar
para comer ¿o sí?, estas entrenando. -
-Si, pero por alguna razón… No logro dar en el blanco-
-Es la primera vez que disparas, así que está bien…-
-¡n…no!, ya he disparado y siempre acierto…-
-Y dime… ¿cuándo has disparado a un objetivo que no sea fijo? -
Thaniel sorprendido alza la mirada, el chico trae la misma capa que en aquella ocasión,
sus complexiones son parecidas, pero el se ve un poco mas delgado, y a pesar de
aquellos atuendos que le cubrían se podía notar un cuerpo definido.
Aquel chico saca un arco y una flecha de su ropaje, tensa su arco
y suelta un silbido bastante fuerte, de entre los arbustos salen corriendo un
par de liebres, sin pensarlo y sin mucho interés dispara, acertando el tiro en
dos conejos.
-Es así de fácil…-
-¿Entonces tus distorsiones son las mismas que la de Sebastián y
la mía? -
Aquel muchacho guarda tranquilamente su arco de vuelta debajo de
su gabardina. -no, de hecho, aunque caí del cielo no he usado ninguna de mis distorsiones,
por el momento vallamos por nuestra cena, quisiera hablar contigo- Thaniel
empieza a caminar para recoger a las liebres, después de tomarlas retira la
flecha y las envuelve en una manta.
Thaniel voltea a ver al sujeto mientras queda sin palabras, “sé
que es raro, pero es la primera vez que lo puedo ver de frente, aquella vez
estaba oscuro y el humo tampoco ayudaba. pero…” los pensamientos de Thaniel
llegan, sus ojos de agrandan mostrando esa luz de asombro, aquel joven se
retiraba el gorro que le cubría la cabeza, dejando ver su rostro y cabello por primera
vez para Thaniel, un cabello un poco largo, que parecía rojizo pero apagado,
por lados se notaban grises y al mirarlo con detenimiento también se distinguía
un color blanco, la piel un poco descuidada, no era un rostro con cicatrices,
al contrario, una piel tersa, sus ojos también un poco faltos de color, se notaba
como si el paso del tiempo fuera desgastando el color, café, pero haciéndose gris
metálico en partes, unos labios delgados, un poco más rojos de lo común, su
cuerpo no se veía tan musculoso pero si con buena forma, el ropaje negro y
gris, entre su capa se notaba una playera negra con detalles grises, un pantalón
un poco ajustado de color negro azulado y un calzado deportivo muy cómodo, el
chico indico el camino por el cual seguir, al descubrir su brazo notó que este
llevaba un tatuaje, el cual no se veía bien la forma; Y en su mano unos guantes que cubrían su palma
y dejaban los dedos descubiertos, de nuevo eran negros con adornos rojos y
blancos.
Al caminar un par de minutos Thaniel no soporta la intriga,
necesita saber por qué les ayudó, sin embargo, antes de que este pudiera
formular una palabra es interrumpido.
- ¿Cuál es tu decisión?, sé que llegó una nota que decía si aceptabas
regresar con tú abuelo dejaría vivos todos los de la ciudad-
-Tu como lo…-
-Por qué se te calló mientras intentabas disparar-
-La tomaste…-
-Es casi lo mismo, no abramos detalles-
-Si, pero no se que hacer, tengo miedo-Thaniel responde analizando
a su compañero de camino, el cuál no parece mostrar emociones a pesar de sus palabras.
-Eso es malo, el miedo a veces nos hace hacer cosas equivocadas, sé
que ellos te darán poder, tampoco lo mal entiendas, no te impediré que vayas o
no, solo quiero que entiendas que tienes que tomar una decisión, es más que
obvio…-
-Lo sé… pero… no lo sé, aparte pronto estallará una…-
-Guerra… Si, eso es mas que obvio, el ser humano no aprende, aquí
hay 3 posibilidades, la primera que ganen los distritos y vuelvan a usar los recursos
hasta matar al planeta, la segunda que los que poseemos distorsiones ganemos,
pero si no aprendemos terminaremos también extinguiendo el planeta. -
- ¿Y la tercera? -
-Es obvio, que ambas partes mueran, pero no puedo decir con
precisión que pase en ese proceso, o si el planeta soporte otra catástrofe-
Ambos chicos llegan a la ciudad, al pasar por un par de calles
llegan a la casa de Thaniel, este subes las escaleras para llegar a su puerta
sin embargo voltea a hacerle una invitación a aquel chico.
-Oye, si quieres puedes venir a cenar más tarde, traeré a Sebastián
y a Hayden, celebraremos que ya todos estamos recuperados-
-Suena bien-
Thaniel sonríe -oye, no se cual sea tu motivación, pero gracias
por hacerme entender que es mi decisión- Thaniel agacha la cabeza por un
momento.
-Es obvio, te falta mucho por aprender-
-por cierto, cual es tu…- al alzar la mirada nota como aquel
sujeto ha desaparecido sin dejar rastro -nombre…-
Al anochecer Sebastián y Hayden llegan juntos a la casa de
Thaniel, ambos llevan postres, después de una celebración Sebastián habla sobre
la misión, cada uno presume sus logros ante los demás, sin embargo, son
interrumpidos por el sonido de la puerta.
-Ya llegamos vamos a comer! - La pequeña Ezra entra corriendo entre
gritos y sonrisas.
Después de ella entra victoria y el extraño sujeto con ella,
después de un rato todos en la mesa empiezan a discutir de cualquier cosa, las
risas salen, pequeños berrinches y ego emana, el aire es cálido, el ambiente no
cambia, “la familia va creciendo” piensa victoria mientras mira lentamente a su
alrededor.
-Por cierto, no te hemos agradecido lo que hiciste por nosotros…-
Thaniel aprovecha un momento de silencio para mencionarlo.
-Es verdad, gracias-
Sebastián apenado mira al chico -oye, yo…-
-Tranquilo, intentabas proteger a los tuyos, al contario, te
felicito, sin embargo, no me voy a disculpar por dejarte fuera de combate-
-Está bien- responde Sebastián – solo quisiera saber algo…-
-Pregunta-
- ¿Cuál es tu nombre? ¿de dónde vienes? ¿quién eres? -
-Bueno… Mi nombre es…
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