viernes, 2 de agosto de 2019

Capítulo 16


BETA

“Muy bien… está decidido”
-Como a diario la tercia de bobos, vamos sé que están cansados, pero de eso ya están acostumbrados ¿no? – Menciona Beta en un aire cálido y juguetón.
- ¡Te mostrare quien es un bobo! - Responde Hayden levantándose del suelo, para soltar un par de golpes y caer al suelo.
-Es inútil Hayden, nos supera- Sebastián exclama con gesto de decepción.
-Beta… aun no respondes… ¿Por qué nos salvaste? - Thaniel chilla tímidamente mientras ve a los ojos al joven, este cerrando los ojos gentilmente responde.
-Bueno. simplemente es…- Los tres chicos miran a aquel joven sin expresión alguna en el rostro – Porque odio a las personas débiles-
La cara de la tercia de amigos palidece, Hayden golpea el suelo con fuerza, Sebastián simplemente agacha la mirada, mientras que Thaniel cierra los ojos mientras le cae una lagrima.
-Tal vez ese día salvaron a Victoria, pero, ¿Qué pasará la próxima vez cuando vayan al campo de batalla 10 o 30 personas? ¿Los dejaran morir? ¿Rezarán? O… Tal vez… Los verán morir para salvar sus vidas… ¿Quieren saber como salvar a los que aman?... Es fácil tienen que estar dispuestos a sacrificar su cuerpo y su alma si es necesario. Solo para ver a salvo a los que aman-
Los chicos alzan la mirada de golpe, pero Beta ya no está en el lugar. Los chicos se agrupan bajo un árbol cercano, después de un descanso Hayden rompe el hielo de forma espontanea.
-Vaya paliza ¿no?
-Si.
- Ni que lo digas.
-No sé qué pase, pero, ustedes son la única familia que he conocido- Hayden continua mientras las miradas se fijan en él. – Es decir, yo nací huérfano, y, después bueno, escape del distrito del que nací, después de vagar por 3 días encontré a una anciana la cual me llevo al refugio, un par de años después mi distorsión se hizo presente-
-No es necesario-replicó Sebastián – ahora somos familia, y pase lo que pase haré lo que sea para que ustedes vivan.
-¿Estas bien Thaniel?
-Si…
-Tranquilo, pase lo que pase no te dejaremos solo.
-Ni yo a ustedes…
¿Qué debo hacer? para mañana el plazo vence y si no hago algo toda esta ciudad…No, no debo pensar en ello. Tengo que hacer lo correcto para que nadie salga lastimado.
Más temprano que tarde tomo una mochila vieja, la rellené de frutas para un viaje un tanto largo y tomo las prendas mas simples que puedo encontrar, como y bebo a mas no poder mientras recuerdo lo que ha pasado, mis recuerdos… Sin pensarlo volteo al espejo, una lagrima recorre mis mejillas, mis labios tiemblan, el pecho se me aprieta y ya sin fuerzas rompo en llanto. Al llegar la noche me paseo por los pasillos y calles de la ciudad, veo a través de las ventanas. Admiro las sonrisas, percibo los olores de la comida y los hogares limpios, al llegar a los límites de la ciudad acaricio los extraños cristales, aprieto mis puños y sigo mi camino para adentrarme en el bosque. Me coloco en el filo de ese precipicio, volteo para ver la ciudad que me acobijo todo este tiempo, sin embargo, ahí está… él de nuevo.
- ¿Qué haces aquí? - Después es de un silencio continuo - ¡Beta responde! -
- ¿Acaso yo cuestiono tus paseos nocturnos? - Una mueca de asombro sale de la cara de Thaniel.
-No, es… es solo que…- El joven se acerca al acantilado, la sombra de los arboles le deja de cubrir y la leve luz dela luna lo baña, ahí esta de nuevo, la persona que logro vencer a un ejército, como de costumbre lleva su capucha rota, la sombra de su gorro le tapa los ojos dejando a la vista solo la mitad de la nariz y la boca, lentamente se quita aquella prenda de la cabeza, sus cabellos resplandecen levemente en aquel azulado resplandor, está tranquilo, realmente no percibo enojo, tristeza o cualquier perturbación en sus emociones, realmente lo admiro, algún día… Espero estar a su nivel.
-Rara ruta para un paseo nocturno, pero entiendo, la luna desde aquí se ve preciosa y la tranquilidad es inigualable-
- Yo no estoy aquí por ello-
- Lo sé, te vas, iras a donde naciste, te unirás a tu abuelo, ¿me equivoco? -
- ¡Si intentas detenerme tendré que…! -
-Adelante, inténtalo- Interrumpe Beta aun sin expresión visible, como si aquello no le despertara emoción alguna, con su voz tranquila, pacifica.
Me asusta, su rostro es tan frio como siempre, no hay expresión, esta calmado, ¿me esta retando? Beta bosteza tapándose la boca con su mano, delicadamente mostrando sus modales, en ese momento aprovecho para lanzar una patada a su estómago, pero… no le di, de hecho, trato de regresar el pie, pero me tiene sujeto
-Muy bien, no vine para pelear, pero si quieres practicar un poco…-
Beta suelta a Thaniel y se coloca su capucha de vuelta cubriendo su cabeza, al voltear Thaniel lanza una piedra al aire, este al bajar la mirada nota que Beta no callo en su distracción, al caer la roca Thaniel lanza un par de golpes, pero son bloqueados por su rival, después lanza una patada, pero antes de asestar Beta golpea el estómago del chico lo suficientemente fuerte para tirar al chico. Thaniel en un intento desesperado toma una piedra del suelo y activando su distorsión la lanza, esta impacta en el hombro de Beta, para acto seguido lanzarse a el nuevamente, sin embargo, este sin inmutarse lo espera pacientemente, Thaniel lanza su golpe, pero Beta introduce su pie entre los de Thaniel mientras suelta un golpe al abdomen del muchacho, haciéndolo caer en su espalda solo para impulsarlo hacia arriba y mantenerlo en el aire el tiempo suficiente para dar una parada giratoria.
-Muy bien creo que gané-
-Aún puedo-
- Siéntate y escucha, no vine para detenerte, porque ni siquiera estas seguro de irte- Thaniel aun en el suelo aprieta los labios y aparta la mirada.
- ¿Tu como sabes que no estoy decidido? -
- Porqué si lo estuvieras no hubieras volteado por última vez-
- …Te escucho…-
- Gracias por calmarte, para empezar… yo no voy a intentar convencerte de que te quedes-  Los ojos de Thaniel se abren de par en par y su expresión cambia en una mezcla de incertidumbre y miedo – Mucho menos quiero ser el típico discurso de novela que define el camino del bien o del mal, eso no sirve de nada, si es tu decisión simplemente tómala, todos deben ser libres de elegir su historia, de decidir a donde vas a acabar y para que momento te preparas, tendrás que afrontarlas batallas, y también aceptar tus derrotas, no luches cuando sea una causa perdida, no seas tan iluso y mueras en el primer día, se que te querías ir solo, pero también querías que alguien viniera a salvarte, pero tienes que enfrentarte al dolor, hasta el día de tu muerte, no tener miedo, ese sentimiento de libertad que para algunos nos es aún desconocido. El miedo no es de cobardes, y se que ese sentimiento crece al ver el peligro de la guerra, ese miedo florece en cada rincón de la ciudad, en sus habitantes, en su paz. Y ese miedo es el que susurra tu nombre al oído, mas no sabes si correr o pelear. Es valido si te rindes, también lo es el no querer nada más, o gritar desgarrando tu garganta hasta llorar. Pero antes de hacer algo tienes que tomar la decisión. Solo te puedo asegurar una cosa, este sentimiento, el miedo, pasará, los sentimientos se oxidan, mueren o cambian. No importa si te vas o te quedas, puedo asegurarte que en las dos serás feliz, pero, todo tiene un precio, tarde o temprano volverás a sentirte vacío te arrepentirás y tu conciencia se preguntará si fue la mejor opción y… Sufrirás nuevamente… Tal vez te pares de nuevo en la altura y miraras en el borde de este mientras te preguntas ¿en verdad iba a hacerlo?, entonces el miedo regresará, coquetearas con él, para después, volver a ser feliz, y así en un ciclo interminable que va a desembocar en llanto ira y… Miedo… Y si has hecho todo bien, cuando estés a punto de morir, no rogaras por un suspiro más de vida, tampoco puedo decirte que descansaras eternamente, porqué por experiencia propia, no puedo asegurarte que la muerte sea eterna.
Pero necesitas elegir para ver si la decisión que tomaste es la correcta, por que no hay una tercera opción, pero tienes que entender que, si decides quedarte o irte ellos volverán, tus seres queridos de allá o de esta ciudad los verás de nuevo y se irán nuevamente, quiero que entiendas que tu decisión cambiara tu vida para siempre. Tranquilo todos hemos sobrevivido al miedo y al dolor, siempre algo nos saca del abismo, pero es obvio que todos volvemos a caer y saldremos de él.
Si tomaste tú la decisión solo hazlo, pero si has hablado de esto con alguien o tomas una decisión y miras atrás es por que en el fondo significa que realmente no quieres estas preparado.
Solo hay algo qué sí quiero que entiendas, hazlo solo por y para ti y que tomes tu decisión, por que no tienes miedo de hacerlo. Toma una decisión por que no hay duda de seguir adelante. Por que no le vas a pedir perdón a nadie, por que tienes tus planes y no hay escapatoria a lo que estas pensando, por que ya no tienes otra esperanza, solo así te aseguro que podrás estar en paz, para no arrepentirte de las acciones que tendrás que llevar a cabo para terminar tu labor-
Después de escuchar eso miré al precipicio por casi una hora junto a Beta, este me dio uno de los mismos artilugios que me dio cuando saltamos del acantilado, después lo vi nuevamente, estaba tranquilo como siempre, no estaba alterado, cuando me volteo a ver me regalo una sonrisa sincera, lo cual hizo que se escapara una lágrima.
-Solo dime… ¿Cómo lo haces? -
- ¿Hacer qué? -
-Estar tranquilo siempre, ser frio, ser… Invencible-
Después de una corta risa Beta me miro y respondió – por que sea frío no quiere decir que no tenga sentimientos o que sea invencible, tengo sentimientos, tal vez no los muestro lo sé, pero también rio, también lloro, también me rompo y por supuesto que me pueden vencer en muchas formas, pero ahí esta el chiste, cuando me vencen sonrió porqué sé que puedo mejorar, y lucho por mejorar en vez de pensar que soy menos que alguien, entreno y pienso que soy el mejor, no por ego, sino porque aunque no lo soy, me convenzo a mí mismo que sí, y ese pensamiento, te vuelve indestructible. Disfruto cada momento como este, me relajo y miro la luna sin pensar en nada más, siento la brisa, siento a un compañero al lado de mi y eso me pone contento-
-Podría atacarte y matarte en cualquier momento-
-Pero no lo has hecho- Thaniel se queda sin aliento por unos segundos mirando al vacío – Aún así, si mi peor enemigo me ofreciera una taza de té, una manzana o un juego de ajedrez lo aceptaría-
- ¿Y si está envenado o es una emboscada para matarte? -
-Nunca dije que no estuviera preparado, pero incluso los soldados en pleno campo de batalla ayudan a otros aunque sean del bando contrario, no por que no seamos amigos o seamos enemigos significa que nos debemos de odiar a muerte, por que incluso los peores enemigos ofrecen una taza de té o café o una copa o lo que sea al enemigo, si aprendes a disfrutar cada experiencia como si fuera lo último, bueno no tendrás remordimientos, así si muere alguien a quien amas podrás compartir una tarde junto a su tumba sin que tengas remordimientos, podrás llorar con todas las ganas de mundo por que sabes que no le debes nada, y si es verdad que hay algo más allá de esta vida, esa persona se va a alegrar de saber que incluso en muerte no la has olvidado, y estará dispuesta a regalarte esa sonrisa sin que le pese o sin que te pese-
- Gracias-
-No he hecho nada- responde beta con una sonrisa burlona.
-Sabes que sí- Suspira Thaniel arrojando el artefacto, para después de unos segundos ver como la cama de aire reposa en el suelo.
- Así que ya tomaste tu decisión, me alegro-
-La próxima vez que nos veamos seremos enemigos-
El chico no responde, solo sonríe ligeramente
-Beta, dile a… -
-No soy tu mensajero, si tienes que decir algo lo dirás tú…-
-Es más de tu filosofía, me gusta-
-No, simplemente no soy tu mensajero-
Ambos sueltan una pequeña risilla. Antes de su despedida final, Beta extiende su mano, seguido de esto Thaniel estrecha la suya con su ahora enemigo.
El chico sin mediar palabras salta del borde sin mirar atrás, a la par que Beta se disipa entre la sombra de los árboles.
De nuevo estoy cayendo, espero que lo entiendan, siento la caída mas larga de lo que debería ser, la brisa besa mis mejillas, las enfría, mi ropa se mueve con el viento, cierro los ojos y solo una frase viene a mi mente antes de caer en aquella cama de aire.
“Muy bien… está decidido”

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